Telescopios se unen en observaciones sin precedentes de famoso agujero negro

En abril del 2019 un grupo de científicos dio a conocer la primera imagen de un agujero negro en la galaxia M87, usando el Telescopio de Horizonte del Eventos (EHT, por sus siglas en Inglés). Sin embargo, este remarcable logro fue solamente el inicio de una historia científica que merece ser contada. Investigadores y estudiantes del departamento de Astrofísica del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), contribuyeron a este esfuerzo global.

Ahora se dan a conocer datos de 19 observatorios que prometen proveer una visión sin paralelo del agujero negro y el sistema que le da poder, además de mejorar las pruebas de la teoría de la relatividad general de Einstein.

El inmenso empuje gravitacional de un agujero negro súper masivo puede impulsar chorros de partículas que viajan a casi la velocidad de la luz a través de grandes distancias. El chorro de M87 produce luz a lo largo de todo el espectro electromagnético, desde las ondas de radio, pasando por la luz visible, hasta los rayos gamma. Este patrón es diferente para cada agujero negro. Caracterizar este patrón nos da información crucial sobre las propiedades del agujero negro (por ejemplo, su giro (spin) y energía producida), pero esto es un reto pues el patrón cambia con el tiempo.

Los científicos han compensado la variabilidad coordinando observaciones con muchos de los telescopios más potentes en la Tierra y en el espacio, recolectando luz a lo largo del espectro electromagnético. Esta es la campaña de observación simultánea más grande que se haya hecho para un agujero negro súper masivo con chorros.

Iniciando con la icónica imagen de M87 publicada por la colaboración del EHT, un nuevo vídeo lleva a los espectadores a través de un viaje en los datos obtenidos por cada telescopio. Cada encuadre consecutivo muestra datos en diferentes órdenes de magnitud, tanto de longitud de onda como de escala física. La secuencia inicia con la imagen de M87 publicada por el EHT en abril de 2019 (con datos obtenidos en abril de 2017). Después continúa a través de las imágenes de arreglos de telescopios localizados alrededor del mundo, moviéndose hacia afuera en el campo de visión en cada paso. (El ancho de los cuadros está dado en años luz, que se indican en la esquina inferior derecha). Enseguida, la vista cambia a los telescopios que detectan luz visible (Hubble y Swift), ultravioleta (Swift), y rayos X (Chandra y NuSTAR). La pantalla entonces se divide para mostrar cómo se comparan las imágenes que cubren la misma región del cielo. La secuencia finaliza mostrando lo que detectan del agujero negro y su chorro los telescopios de rayos gamma localizados en la Tierra.

Cada telescopio da información diferente acerca del comportamiento e impacto del agujero negro de 6.5 mil millones de masas solares al centro de M87, localizado a 55 millones de años luz de la Tierra.

Los datos fueron recopilados por un equipo de 760 científicos e ingenieros de casi 200 instituciones, que abarcan treinta y dos países o regiones, y que utilizan observatorios financiados por agencias e instituciones de todo el mundo. Las observaciones se realizaron desde finales de marzo hasta mediados de abril de 2017. El Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano (GTM), operado por el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) en México y la Universidad de Massachusetts Amherst (UMASS) en los EE. UU., tuvo un papel importante en las observaciones tomadas como miembro del EHT, al ser una de las estaciones dentro del arreglo con mayor área colectora.

Los primeros resultados muestran que la intensidad de la luz producida por el material alrededor del agujero negro súper masivo de M87 fue la más baja jamás vista. Esto produjo las condiciones ideales para ver la “sombra” del agujero negro, además de poder aislar la luz de las regiones cercanas al horizonte de eventos de esas decenas de miles de años luz de distancia del agujero negro.

La combinación de datos de estos telescopios y las observaciones actuales (y futuras) del EHT permitirán a los científicos llevar a cabo importantes líneas de investigación en algunos de los campos de estudio más importantes y desafiantes de la astrofísica. Por ejemplo, los científicos planean usar estos datos para mejorar las pruebas de la Teoría de la Relatividad General (GR) de Einstein. Actualmente, las incertidumbres sobre el material que gira alrededor del agujero negro y se dispara en chorros, en particular las propiedades que determinan la luz emitida, representan un obstáculo importante para estas pruebas de GR.

Una cuestión relacionada que se aborda en el estudio de hoy se refiere al origen de las partículas energéticas llamadas “rayos cósmicos”, que bombardean continuamente la Tierra desde el espacio exterior. Sus energías pueden ser un millón de veces más altas que las que se pueden producir en el acelerador más poderoso de la Tierra, el Gran Colisionador de Hadrones. Se cree que los enormes chorros lanzados desde agujeros negros, como los que se muestran en las imágenes de hoy, son la fuente más probable de rayos cósmicos de mayor energía, pero hay muchas preguntas sobre los detalles, incluida la ubicación precisa donde las partículas se aceleran. Debido a que los rayos cósmicos producen luz a través de sus colisiones, los rayos gamma de mayor energía pueden señalar esta ubicación, y el nuevo estudio indica que es probable que estos rayos gamma no se produzcan cerca del horizonte de eventos, al menos no en 2017. Una clave para resolver este debate será la comparación con las observaciones de 2018 y los nuevos datos que se recopilarán esta semana.

La publicación de este nuevo tesoro de datos coincide con la campaña de observación de 2021 del EHT, la primera desde 2018, que aprovecha una gama mundial de antenas de radio. La campaña del año pasado se canceló debido a la pandemia de COVID-19, y el año anterior se suspendió debido a problemas técnicos imprevistos. Esta misma semana, los astrónomos del EHT están apuntando nuevamente al agujero negro súper masivo en M87, el de nuestra galaxia (llamado Sagitario A*), junto con varios agujeros negros más distantes, durante seis noches. En comparación con 2017, el arreglo se ha mejorado al agregar tres radiotelescopios más: el Telescopio Greenland, el Telescopio Kitt Peak de 12 metros en Arizona y el NOrthern Extended Millimeter Array (NOEMA) en Francia.

“Esperamos realizar estudios similares de VLBI en longitudes de onda milimétricas y submilimétricas de otros núcleos galácticos activos en el futuro utilizando un aumento en la resolución angular y la sensibilidad del EHT, a medida que continuamos con el desarrollo tecnológico de este arreglo. El Gran Telescopio Milimétrico tendrá un papel importante en la evolución del EHT debido al tamaño físico de su reflector primario, el sitio de gran altitud del Volcán Sierra Negra y su ubicación geográfica”, expone David Hughes, Director del GTM e investigador del INAOE. “El apoyo de las agencias de ciencia en México y los EE. UU. ha sido esencial para la participación del GTM en el EHT, tanto para equipar de instrumentos apropiados al telescopio, como para la contratación del personal de alto nivel requerido para este tipo de proyectos”, finaliza Arturo Gómez Ruiz, Catedrático CONACYT asignado al INAOE.

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