Las porciones alimentarias Por: Abhaya Isabel
El tema de las porciones puede ser lo más difícil de entender para un paciente, pero es fundamental para lograr la meta de nutrientes, para la disminución de peso y para ayudar en las enfermedades que se presentan.
Para algunos pacientes, como los renales, con temas hepáticos y que padecen diabetes, incluso es una cuestión de vida o muerte.
Por ejemplo, en el caso de verduras, como en la foto del brócoli, más es mejor; no es lo mismo un “ramito” que tres. En el caso de aguacate, también podemos comer más, calculándolo en una buena dieta con grasas buenas y no necesariamente tiene que ser una dieta cetogénica, por ejemplo.
En el caso de panes y galletas, al contrario, menos es más.
Claro que podemos comer panes (sobre todo salado), aunque no lo crean, todo cabe en una dieta!
Pero …. (sí, hay un, pero) ….
—> no es lo mejor comerlo diario (hablando de pan dulce)
—> mucho menos considerar desayuno un café y un pan dulce
—> (aquí viene lo de las porciones) comerlo con medida, sobre todo el tema del pan dulce.
Por supuesto (insistiré siempre), estoy hablando de un paciente sano. En cualquier enfermedad, resistencia a la insulina o indicador bioquímico alterado, todo, absolutamente todo, cambia.
Con las porciones que les damos, los nutriólogos calculamos la cantidad exacta que necesitan de macronutrientes (carbohidratos, lípidos y proteínas) y también de micronutrientes (vitaminas y minerales).
Una buena dieta contiene las cantidades exactas para cada persona. No puede haber dietas generales, cada individuo es exclusivo y único 😉