Del tintero de la Bata Blanca ¿Cuánto vale tu vida?… $ 7.00 pesos

Por Juan Bernardo López Alducin

El uso del cubrebocas (o mascarilla facial) ha sido una de las controversias más importantes durante la pandemia de la COVID 19, y más en nuestro país en donde las autoridades sanitarias y como tal del gobierno han sido indiferentes al exhorto de implementar el uso de este a toda la población, sin manifestar alguna justificación válida, simplemente no lo quieren hacer.

Y basta con revisar información que ha sido publicada al respecto, en donde análisis comparativos de países que si han instruido a su población sobre el uso obligatorio del cubrebocas ha dado resultados claros en la disminución de la velocidad del contagio y en el número de casos positivos en general, es cierto que existen otros factores que pudieran influir, pero la evidencia en relación al cubrebocas pudiera ser la más importante para justificar los buenos resultados en el control de la enfermedad.

Derivado al anuncio de ayer 27 de septiembre por los responsables de “maquillar” la epidemia en nuestro país, la reflexión toma mayor importancia al saber que 16 estados de la República estarán en semáforo naranja, 15 en color amarillo (aquí están Puebla y Tlaxcala) y 1 (Campeche) estará ya en color verde, ya que sería bueno preguntarnos si es necesario valorar la implementación “obligatoria” del uso de cubrebocas para limitar el contagio y estar más lejanos del famoso “rebrote” experimentado ya por otras naciones; nuestras cifras no son nada alentadoras: con 730,317 casos confirmados y 76,430 defunciones, México se ubica entre los países más afectados por la pandemia  en cuanto al impacto de salud, de lo económico ¡mejor no hablamos!

Suena irónico al preguntarnos ¿cuánto vale tu vida? Y responder habitualmente: la vida no tiene precio, ya que ahora pudiéramos establecer que, si depende de que usemos un “cubrebocas”, el cual tiene un valor aproximado de $ 7.00 (siete pesos), claro me refiero al de 3 capas plisado y siempre y cuando se utilice correctamente, porque vemos y escuchamos cada cosa al respecto, desde fotos de políticos que lo usan al revés (cada quien con su argumento) hasta capacitaciones por personal sanitario que no tiene conocimiento de la función de los materiales con el que se fabrican.

Ante la duda, si aún la tiene, le recomiendo que se deje llevar por su intuición y mejor utilice el cubrebocas, estoy seguro de que con el tiempo podremos tener más información que confirme la importancia de usarlo, pudiendo establecer que la diferencia de vivir fue de “$7 pesos”.

Médico especialista en Administración de Servicios de Salud

Nos saludamos en la próxima.

Comentarios en: jubeloal@hotmail.com

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