Las y los mejores para el mundo: incidencia social de la IBERO Puebla
La Comunidad Universitaria ha participado en causas de incidencia social como el apoyo a la población damnificada en Acapulco o colectivos de familiares de personas desaparecidas.
En todo amar y servir. Esa es y ha sido la base del modelo educativo de la IBERO Puebla, que no solo busca formar jóvenes hombres y mujeres profesionales y competentes, sino también conscientes y comprometidos con la transformación de una realidad doliente que, en la actualidad, necesita de su accionar más que nunca.
Ese espíritu transformador y fraterno es el que ha impulsado grandes acciones en este último año de labores. Por ejemplo, la entrega de 23 toneladas de víveres a las comunidades damnificadas por el huracán Otis en Acapulco, Guerrero; los cuales fueron entregados por las y los mismos estudiantes a las familias damnificadas.
Además, el estudiantado de la Universidad Jesuita se caracteriza por poner al servicio de la comunidad sus conocimientos. Por ello, 785 estudiantes realizaron servicio social en 83 organizaciones públicas, privadas y sociales. Entre ellos, 14 realizaron un voluntariado para el colectivo Voz de los Desaparecidos Puebla.
Igualmente, 124 estudiantes brindaron servicios educativos, de esparcimiento, orientación y apoyo social en el Centro Comunitario Casa IBERO, ubicada en la colonia Valle del Paraíso, que es parte de la periferia poblana en la que los niveles de pobreza complejizan el acceso a una vida digna para su población.
Para la Universidad es esencial seguir impulsando el talento, convicción y potencial de las juventudes para que, al salir, puedan transformar sus entornos. Tan solo este año, seis jóvenes del Programa Intercultural de Vida Universitaria Pedro Arrupe culminaron sus estudios de licenciatura para materializar este propósito en sus comunidades, ya que esta iniciativa está hecha para que personas de comunidades indígenas puedan formarse académica- y humanamente.
La interculturalidad, en ese sentido, es medular para la Universidad. Por ello, en este último año, 3,300 estudiantes de licenciatura estudiaron alguna de las 7 lenguas adicionales al español, en las que también se imparte el náhuatl. Con ello, se fomenta la diversidad cultural y de pensamiento en el estudiantado.
Si bien la Comunidades Estudiantil, Administrativa y de Servicios de la IBERO Puebla son los protagonistas de estos importantes logros, la Institución tiene el respaldo de sus aliadas y aliados estratégicos: son más de 250 convenios activos que impulsan proyectos para la incidencia.
Fuente: IBERO Puebla